Discurso del Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado de la República de Cuba, Esteban Lazo Hernández, en el homenaje póstumo al Dr. Hage Gottfried Geingob, tercer presidente de la República de Namibia. Estadio de la Independencia, Windhoek, Namibia, 24 de febrero de 2024, «Año 66 de la Revolución».
Maestro de ceremonias;
Excelentísimo señor Nangolo Mbumba, presidente de la República de Namibia;
Excelentísimo Señor Dr. Sam Nujoma, Padre fundador de la República de Namibia;
Excelentísimo Señor Hifikepunye Lucas Pohamba, segundo Presidente de la República de Namibia;
Excelencias Jefes de Estado y de Gobierno, y jefe de delegaciones;
Excelentísima Sra. Monica Geingos y su distinguida familia:
Querido pueblo namibio:
Con profundo dolor, transmito las más sentidas y sinceras condolencias del Partido Comunista de Cuba; del líder de la Revolución Raúl Castro Ruz; del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; del Gobierno y del pueblo cubanos a la Organización del Pueblo de África del Sudoeste (SWAPO), al Gobierno y pueblo de la hermana República de Namibia, en ocasión del fallecimiento de su tercer Presidente, el Excelentísimo Doctor Hage G. Geingob, las cuales hago extensivas a sus familiares.
En este momento de profundo dolor, permítanme mencionar una frase del Héroe Nacional de Cuba José Martí y cito: «La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida». (Fin de la cita).
El querido compañero Geingob demostró con creces a lo largo de su fructífera existencia su vocación de sacrificio por su país y por otras causas justas en el mundo. Por eso Cuba, como país latino-africano, celebra hoy junto a ustedes su extraordinaria vida.
Despedimos a un indiscutible líder africano, desde la incepción en 1990 de la Namibia independiente en el panorama político mundial.
El Dr. Geingob defendió con pasión el derecho –del África Sudoccidental primero y de Namibia después– a forjarse como nación independiente y soberana, y supo oponerse vehementemente al racismo y al oprobioso régimen del apartheid.
Junto al Padre Fundador de la nación, Dr. Sam Nujoma; el fallecido líder contribuyó a cimentar la proyección internacional de Namibia, al ubicarla en el grupo de naciones africanas de vanguardia, en defensa del desarrollo de los pueblos del Tercer Mundo, y de África en particular, por la igualdad y la justicia.
Maestro de Ceremonias;
Presidente Nangolo Mbumba;
Dignatarios:
Cuba, situada a miles de kilómetros de Namibia, tenía la obligación moral de estar presente en esta despedida a uno de sus más fieles amigos en la «tierra de los bravos», como reza una estrofa del Himno Nacional de este hermoso país. Con especial afecto, él forjó una amistad perdurable con los principales líderes de la Revolución Cubana, en particular con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz; con el líder de la Revolución Cubana Raúl Castro Ruz; y, en años más recientes, con el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Como dirigente de la SWAPO, se desplazó en reiteradas ocasiones al frente de batalla en Angola, donde las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de ese país, el Ejército Popular de Liberación de Namibia y las tropas internacionalistas cubanas luchaban contra el Ejército sudafricano de aquel entonces.
En fecha más reciente, y siendo Presidente del país, el Dr. Geingob pronunció en la Plaza de la Revolución de La Habana palabas muy sentidas, en ocasión de las honras fúnebres del líder histórico de la Revolución, agradeciendo al pueblo cubano y, especialmente, a Fidel por la liberación de Namibia.
En recíproco y merecido gesto de gratitud, desde que se conoció de su deceso, Cuba ha rendido honores al compañero Geingob, quien desde sus diferentes cargos políticos y gubernamentales, exhibió una postura valiente, firme, independiente y solidaria hacia la Revolución Cubana; en contra del cerco económico que nos ha sido impuesto por más de sesenta años y también para paliar las consecuencias de fenómenos naturales y otros eventos adversos que nos han afectado, además de sus acciones en favor del bienestar de nuestro pueblo y por la consolidación de la cooperación bilateral en varios sectores.
La hermosa historia que unió al Presidente Geingob con nuestro país, le ha valido el calificativo de amigo entrañable del pueblo cubano y de su Revolución; y, por tanto, merecedor de las dos condecoraciones más importantes que otorga la República de Cuba. Primero, en 1995, siendo Primer Ministro; Fidel le impuso la Orden «Carlos Manuel de Céspedes».
Luego, en virtud del Decreto Presidencial no. 452, del 1ro. de julio de 2022; el Presidente Miguel Díaz-Canel le otorgó la Orden Nacional «José Martí», distinción que no pudo recibir en vida, y de la que soy portador para entregarla a su viuda, de manera póstuma.
Jamás olvidaremos a nuestros amigos, y Namibia y Geingob han sabido serlo.
Un baobab ha caído, pero su ejemplo se multiplicará en los jóvenes que encarnan el futuro y que harán de Namibia un mejor país, como él soñó.
Muchas gracias.
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