
Varios episodios de nuestra historia ratifican el espíritu de resistencia y confianza inquebrantable en la victoria de nuestro pueblo, por muy difíciles que puedan ser las circunstancias.
Ignacio Agramonte, frente a quienes conminaban al fin de la guerra ante la falta de recursos y las ansias de capitulación de algunos, respondió vibrantemente que contaba para seguir adelante « ¡Con la vergüenza!» de los cubanos. Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria, frente a las lamentaciones por el desenlace del enfrentamiento en Yara, expresó: «Aún quedamos doce hombres; bastan para hacer la independencia de Cuba».
Tras Alegría de Pío, Fidel sostuvo un imperecedero diálogo con Raúl en Cinco Palmas:
— ¿Cuántos fusiles traes? –preguntó Fidel a Raúl.
—Cinco.
— ¡Y dos que tengo yo, siete! ¡Ahora sí ganamos la guerra!
Esa corta frase devino símbolo para el revolucionario cubano frente a las adversidades. Consecuente con el legado de Fidel, la convicción será siempre convertir los reveses en victoria y de absoluta confianza en el triunfo. Así fue desde el Moncada, el Presidio y la lucha en la Sierra Maestra, durante los primeros días de la Revolución Cubana, frente a los sabotajes y los actos imperialistas, frente al bloqueo y el derrumbe del Campo Socialista. Resistir y vencer ha sido siempre una máxima de nuestro pueblo.
La resistencia creativa, que históricamente conforma el ADN de nuestra sociedad, implica ser esa carga permanente contra el desánimo, el desaliento y el cansancio de algunos; la batalla cotidiana por más Revolución, más Socialismo y por mayor bienestar de nuestros compatriotas; aportar el máximo de nosotros al país donde nacimos, cada cual cumpliendo con su deber. Encierra hacer nuestro el «Sí Sé Puede» de Raúl, quien un día nos recordó:
«La permanente enseñanza de Fidel es que sí se puede, que el hombre es capaz de sobreponerse a las más duras condiciones si no desfallece su voluntad de vencer, hace una evaluación correcta de cada situación y no renuncia a sus justos y nobles principios».
Numerosos hechos de nuestra historia corroboran esta afirmación. Sobresale entre los más recientes la proeza de contar con tres vacunas y dos candidatos vacunales frente a la COVID-19, gracias al desarrollo del potencial científico de la Revolución, impulsado por Fidel en momentos también complejos del contexto nacional.
En la actualidad, los desafíos no son menores ante la difícil situación económica que atraviesa el país por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos y una crisis mundial provocada por más de dos años de COVID-19, como alertó recientemente el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Su reciente llamado a abordar los problemas con profundidad, con una gran sensibilidad hacia los planteamientos de la población, con inteligencia, poniéndole pensamiento a cada cosa, y sin desánimo, amerita una digna respuesta de cada cubana y cubano.
Ante este escenario resultan imprescindibles la unidad de nuestro pueblo, el aporte individual y colectivo a la sociedad, el ahorro de los recursos, el enfrentamiento al bloqueo con nuestra resistencia creativa y desplegando nuestras potencialidades.
Instituciones y funcionarios públicos, «con el oído pegado a la tierra», en permanente vínculo con la base y con los principales programas y tareas de la nación, deben responder oportunamente ante cualquier planteamiento o problemática de una persona, familia o de la población en general. El llamado del Jefe de Estado cubano convida a atender, explicar, argumentar y, donde se pueda, resolver de inmediato; a ganar siempre con la verdad.
En este sentido, el debate sistemático de nuestros problemas en el seno de nuestras organizaciones, en encuentros con sectores sociales y en intercambio cotidiano en el barrio y la comunidad con sus habitantes, debe representar una divisa de nuestra actividad cotidiana, en aras de hallar las mejores soluciones ante cada desafío con la sabiduría y el pensamiento colectivos.
A su vez, la participación popular es decisiva en cada uno de los procesos. Cada propuesta debe implementarse con los criterios de la población, con su esfuerzo y empuje para llevarla a cabo. También, debe primar la exigencia para que cada obra y tarea se hagan con la mayor calidad, sobre la base del control popular. De esta forma, construiremos juntos el Socialismo desde el barrio, como también nos ha pedido el Presidente Díaz-Canel.
Indudablemente, en los tiempos difíciles afloran los mejores valores humanos, inherentes a nuestra sociedad, como la solidaridad, la entrega y el altruismo. Que se patenticen en cada centro laboral, en cada barrio, en cada rincón de la Patria, depende del empeño de todos.
Resistir y vencer es sinónimo de cubanía. Unidos, afrontaremos nuevamente cualquier adversidad, con el trabajo, la resistencia creativa y el aporte de todos. Es nuestra mejor respuesta al bloqueo, a quienes intentan asfixiarnos poniendo más obstáculos y zancadillas a los esfuerzos por construir un mejor país. Es un mensaje claro al mundo que en este archipiélago rebelde «no se rinde nadie» y seguiremos dando batalla Hasta la Victoria Siempre.
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Siempre ¡VENCEREMOS!
Siempre ¡VENCEREMOS!
Mantendremos nuestras…
Mantendremos nuestras tradiciones,actuar en nuestro radio de accion para mantener la unidad en torno al partido , en vínculo permanente con él pueblo y con la juventud, para desentrañar las patrañas del oportunista enemigo que enfrentamos, y mantener la paz y construir con el aporte de todos, las soluciones a los problemas en estos momentos difíciles que vive la Patria.
Quién se levanta hoy por cuba , Se levanta para todos los tiempos.
Hasta la Victoria SIEMPRE…
Hasta la Victoria SIEMPRE. CUBA Patria Amada Estoy a tús Órdenes
Hasta la victoria siempre…
Hasta la victoria siempre patria o muerte Venceremos